La fachada, equilibrado ejemplo de la arquitectura clasicista, austera y sin sobrecarga decorativa, de los primeros años del siglo XVII y de claras influencias herrerianas, está enmarcada por dos gruesas pilastras lisas de orden dórico apenas sobresalidas del hastial. La misma se divide en tres cuerpos.
El inferior consta de tres puertas enrejadas de arco de medio punto, más ancha la central, separadas por dos columnas de tipo dórico-toscano. Las mismas sostienen un frontispicio saledizo en semicírculo del que emergen tres pedestales rematados en bolas. A sus flancos, y sobre las puertas laterales, se abren dos hornacinas que cobijan esculturas de San Francisco de Asís y San Antonio de Padua atribuidas al artista vallisoletano Gregorio Fernández. El cuerpo central se compone de una ventana coronada con arquitrabe rematado en pivotes embolados y en los laterales los escudos de los nobles fundadores del cenobio, los Álava y los Guevara, timbrados de marqués y cuartelados. El cuerpo superior consiste en un frontón triangular con óculo central.
La portada da acceso a un atrio cubierto por bóveda de medio cañón con lunetos sostenida por dos arcos de medio punto que sirve de sostén al coro de las monjas. En este reducido espacio se sitúa, adosado a la pared de la izquierda, un gran escudo pétreo de estilo barroco con el blasón de la Orden Franciscana procedente del desaparecido Convento de San Francisco.
La iglesia, de moderadas proporciones, es un edificio de planta rectangular compuesto de tres naves, la mayor más alta que las laterales, transepto de profundidad equivalente a la de las naves laterales, cúpula sobre el crucero y la cabecera con la Capilla Mayor. Las naves se dividen en cuatro cuerpos, dos de ellos ocupados por el coro, y están guarnecidas con altares.
La techumbre consiste en una bóveda de medio cañón con arcos fajones y lunetos. La cúpula se apoya en pechinas, cada una de las cuales lleva pintado el busto de uno de los cuatro grandes Doctores de la Iglesia, y toda ella está pintada al fresco, representando la apoteosis de la Inmaculada Concepción. Esta obra pictórica se atribuye al pintor vitoriano Sabino Ruiz.
El Retablo Mayor es una sencilla mazonería dorada de estilo barroco clasicista, con zócalo-predela, cuerpo central de tres calles y cuerpo superior semicircular. En él se distribuye, en hornacinas, estatuaria de la Purísima Concepción (cuerpo central), San Francisco de Asís (derecha), Santa Teresa de Jesús (izquierda) y Santa Clara de Asís (cuerpo superior).
El Convento de San Antonio, cuya verdadera advocación es de La Purísima Concepción, está ubicado en la plaza del General Loma de Vitoria (Álava, España). Edificio construido en el siglo XVII en estilo barroco clasicista, lo habita una comunidad de monjas Clarisas, funcionando la iglesia como una parroquia de culto regular.
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